Las instituciones vascas ponen en marcha un plan contra la enfermedad de los pinos

Situación de los pinares en Debabarrena/ MIGUEL SÁNCHEZ

La “Estrategia vasca para la recuperación de bosques de coníferas” diseñada por las Diputaciones Forales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y el Gobierno Vasco contempla tres ámbitos de actuación: el de la generación de conocimiento en torno a la enfermedad y la afección que tiene en la superficie forestal de los tres territorios, el de las medidas para hacer frente a esta enfermedad y el de la recuperación del sector.

Se trata de un plan vivo, abierto a las modificaciones que sea necesario realizar en función de la evolución de la situación en cada momento y es fruto del trabajo realizado desde octubre de 2017 en esta materia.

Las Diputaciones Forales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y el Gobierno Vasco han refrendado hoy su respaldo al sector forestal vasco con la firma de un manifiesto institucional y la puesta en marcha de un plan de actuación contra la enfermedad del pino que se articula en la «Estrategia vasca para la recuperación de bosques de coníferas». Esta estrategia  contempla tres ámbitos principales de acción: el de la generación de conocimiento en torno a la enfermedad y la afección que tiene en la superficie forestal de los tres territorios; el de las medidas para hacer frente a esta enfermedad y el de la recuperación del sector. Esta iniciativa presentada hoy está abierto a las modificaciones que sea necesario realizar en función de la evolución de la situación en cada momento.

El plan es fruto del trabajo desarrollado por las instituciones vascas a lo largo del último año y parte del diagnóstico realizado en el grupo asesor de sanidad forestal creado en octubre de 2017 en el que participan representantes del sector y la administración. Teniendo en cuenta ese diagnóstico, la dimensión del sector y la afección actual de la enfermedad, toma como punto de partida las líneas estratégicas de la política forestal vasca para establecer las actuaciones a desarrollar. Así, la gestión forestal sostenible o el desarrollo de una actividad forestal económicamente rentable, el mantenimiento de la superficie forestal, el refuerzo de un sector forestal profesional, entre otras cuestiones, se convierten en el eje sobre el que pivota el planteamiento de las medidas a adoptar.

Estas últimas se estructuran teniendo en cuenta el ámbito competencial de cada una de las instituciones que impulsan la estrategia y bajo un principio de coordinación entre ellas para lograr la mayor efectividad posible.

El establecimiento de los tres ámbitos de actuación permitirá a las instituciones vascas actuar abarcando toda la dimensión de esta situación excepcional.

Con respecto a la generación de conocimiento en torno a esta enfermedad y la afección que tiene en la superficie forestal de los tres territorios, las líneas de actuación irán encaminadas, por un lado, a dimensionar las zonas afectadas y la evolución de la enfermedad, clasificar superficies por grado de afección y estudiar el comportamiento de la enfermedad, su ciclo y capacidad de persistir en los restos tras la tala. Por otro lado, se trabajará en la búsqueda de una solución con la aplicación experimental de distintos tratamientos en monte, la identificación de prácticas de éxito en otros lugares y el intercambio de información con expertos, además de en la investigación y recopilación de información de cara a definir los productos, dosis y momentos a realizar los tratamientos. Del mismo modo, y entre otras cosas, se estudiará la influencia de factores climáticos en la extensión de la enfermedad.

Las medidas para hacer frente a la enfermedad tratan de responder a cuestiones relacionadas con la prevención de la enfermedad, el tratamiento de la misma y su aplicación, o la búsqueda de alternativas. Así, en este ámbito se está tramitando la autorización especial para el tratamiento aéreo con óxido cuproso (un trámite imprescindible para poder realizar este tratamiento que en otros lugares ha dado resultado con hongos similares al que está afectando a los pinos en la CAV), se importarán plantas resistentes a esta enfermedad, se reforzarán las medidas preventivas en los Planes de Ayudas Forales y se elaborará una guía que recogerá las prácticas forestales recomendadas para estos casos. Además, se reforzarán los planes de ayudas forales para incentivar la corta de masas muy afectadas y la repoblación, se simplificarán y agilizarán los trámites administrativos para las cortas, se preparará la infraestructura técnico-administrativa necesaria para realizar tratamientos, se designarán zonas de cortas prioritarias y áreas de corta para limitar la expansión de la enfermedad, y se organizarán áreas de almacenamiento de madera cortada para su venta paulatina.

En el ámbito de la recuperación del sector, se va a identificar y experimentar con especies que sean resistentes a la enfermedad y, al mismo tiempo, interesen desde el punto de vista comercial al sector; se promoverá la utilización de semillas con origen de garantía y se realizarán proyectos de caracterización de diferentes especies. Asimismo, se diseñarán proyectos para hacer plantaciones experimentales en los montes forales, se reforzará el plan de ayudas forestales para incentivar la tala de plantaciones enfermas y la reforestación con especies resistentes y se buscarán y reproducirán pinos resistentes a la enfermedad.

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