Ermua congela muchas de las tasas en 2017 pero la de la basura subirá un 5,2%

La propuesta salió adelante con los votos favorables de PSE y PNV, en contra de Bildu, PP y Ermua Irazabi, y la abstención de Ermua Ahal da

Ermua mantendrá congeladas muchas de sus tasas el próximo año, excepto la de la basura, que subirá el 5,2%, y otras excepciones. Bildu (tres concejales presentes), Partido Popular (dos) y Ermua Irabazi (uno) votaron en contra de la propuesta del equipo de Gobierno. Ermua Ahal da (uno presente) se abstuvo y PSE y PNV votaron a favor de la propuesta de las ordenanzas para el año 2017. Las enmiendas presentadas por Irabazi contaron también con el apoyo de Bildu y Ermua Ahal da y el voto negativo del resto de concejales, por lo que fueron rechazadas.

En el caso de la tasa sobre las basuras, el Consistorio ermuarra adoptará la subida de las tarifas que propone la Mancomunidad de Debabarrena. Se imputará a este impuesto la adquisición de un nuevo camión para la Mancomunidad y la introducción de los contenedores grises en Ermua.

Entre otras prerrogativas a la congelación de tasas, se plantea la subida del 50% del IBI para 2017 en las tasas de viviendas en desuso, sin grabar las que se utilizan por temporadas. En el caso del IBI, además, el Ayuntamiento garantizó que, pese a los cambios realizados por la Diputación de Bizkaia, no se aumentaría la recaudación municipal en este apartado.

Se plantea también un incremento del 50% del IBI para las viviendas que no están en uso, sin incluir a las usadas por temporadas.

También se sugiere establecer una bonificación a los locales de jóvenes. Se propone subir el precio del cine infantil, para mejorar la calidad de las películas a petición de las distribuidora y se abordarán reducciones en el carné del Instituto Municipal de Deportes para las familias con menos recursos y el piso de emergencia costará desde 75 a 300 euros, dependiendo de los ingresos.

Las enmiendas de Irabazi Ganar Ermua

En cuanto a las enmiendas presentadas por Ermua Irabazi, Carlos Totorika, explicó que «compartimos las ideas o los conceptos, pero no los porcentajes propuestos porque los servicios públicos se mantienen con recursos financieros».

Es por ello que las ordenanzas de 2017 proponen las bonificaciones planteadas por Irabazi, aunque con diferentes tantos por cientos de los que proponía el grupo de la oposición (entre el 95 y 75%). Se bonificarán en un 10% los vehículos totalmente eléctricos y los vehículos impulsados exclusivamente por energía solar, para los vehículos híbridos y las construcciones, instalaciones, u obras en las que se incorporen sistemas para el aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía solar.

Cada día y por metro cuadrado  2,80 euros a los bancos por instalar cajeros en la vía pública

Críticas de Bildu y EAJ-PNV

Bildu presentó sus objeciones a las ordenanzas mostrando su desacuerdo con que el arrendamiento del piso de emergencia pudiera llegar a los 700 euros.

Criticó además que se pudiera no gravar en el IBI «a personas que vivan en periodos largos de tiempo en Zarautz, Getxo o Donostia» y no estaba de acuerdo con la propuesta de la Mancomunidad para las basuras «porque no se ve una intención de disminución del gasto ni de aumentar los planes de recogida selectiva».

Propuso también no sólo bonificar en el carné sino también en las actividades del IMD a familias con pocos recursos.

El PP justificó su voto en contra mostrando su desacuerdo con el recargo en la viviendas vacías «porque esta medida va en contra del derecho de la propiedad» y el impuesto a los cajeros de las entidades bancarias «ya que con la tasa propuesta somos un 20% más caros que en el Paseo de Gracia de Barcelona o la Alameda de Urquijo de Bilbao».

Ermua Irabazi no pudo más que sacar adelante dos de sus cuatro propuestas de ordenanzas fiscales. Acusó a los socialistas ermuarras de no compartir las ideas de sus compañeros socialistas de Eibar, Durango, Bilbao y Arrasate «los cuales no creen que estas medidas pongan en cuestión los servicios públicos» respondió a Totorika, al que acusó de no tener voluntad de negociar con un partido de izquierdas «como en Euskadi y en el Estado».

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