Y San Pelayo lloró los malditos penaltis

Corría el año 1987 y el fútbol ermuarra estaba en su época dorada. El Ermua C.D alcanzaba de la mano del técnico eibarrés Juan López Picazo el hito más importante de su historia. En esa temporada, la 1986/1987, el conjunto rojillo competía en Regional Preferente. Tras una regular campaña los de López fueron terceros en la clasificación por detrás del C.D Galdakao, que fue segundo. Por Gipuzkoa se clasificó el tercero de Preferente, el  C.D Touring. Los tres conjuntos vascos disputaron la promoción de ascenso/descenso  de Tercera División. Al Ermua C.D le tocó jugar contra la S.D Gernika, 19º clasificado del grupo IV de Tercera División. Fue una eliminatoria en la que la historia no se alió con los rojillos, que se quedaron a las puertas del ascenso a Tercera en una fatídica tanda de penaltis en el partido de vuelta en el campo de Santa Lucia. En esa ocasión quien hincó la rodilla fue San Pelayo ante la alegría desbordada de la santa Lucia.

La eliminatoria de la promoción de ascenso a Tercera División

ermuacd1987En el encuentro de ida jugado en el mítico campo de arena de San Pelayo, los hombres de Juanito fueron ganando 1-0 durante buena parte del partido. Los gernikarras lograron el empate y llevaron abierta la eliminatoria a la ciudad del árbol. A Gernika.

En el partido de vuelta disputado en el campo Santa Lucia de Gernika, los ermuarras fueron por delante en el marcador, 0-2. Era muy difícil contener la emoción del momento histórico al que el Ermua C.D, acostumbrado a mil bregas y batallas sobre la arena y los campos de Bizkaia, se estaba viendo abocado. Pero… El Gernika no se vino abajo, encomendándose tal vez a la santa que daba nombre a su terreno de juego. Muy mala temporada de los gernikarras que rozaron el último puesto del grupo cuarto de Tercera. A fuerza de coraje y pese a la animosa afición visitante  recortaron en el marcador y a poco para el final lograron empatar a 2 para llevar el choque al tiempo extra. Tras una intensa prorroga en la que el marcador no se movió, llegaron los malditos lanzamientos desde el punto de penalti en un campo de Santa Lucia entregado a los rojillos.Malditos, por el resultado, obviamente. Malditos. El hito estaba cerca, la tercera división se reflejaba en el horizonte tras 35 años de historia. La realidad fue la que fue y quedó grabada para siempre en la foto en blanco y negro (de ilustre fotógrafo ermuarra) que esconde la grandeza del deporte pese a no conseguir el sueño por el que luchaba el club. El dolor y la desolación de una plantilla y una afición que vieron como el Gernika se imponía en los penaltis cuando los rojillos estuvieron más cerca que nunca de la Tercera División. Tal vez cuándo más cerca estuvo de conseguirse el ascenso a Tercera. Lloró San Pelayo, y lo hizo desconsolado. Tanto, que la galerna que despidió de Gernika a los ermuarras, se quedó en un simple xirimiri.

Aquel equipo entrenado por Juanito López lo formaban; Isidro, Julián, Gonzalo, Belar, Pedrito, Patxi López, Beitia, Agüero, Aitor Bouzo, Javi Cófreces, Cid, Juanjo y los hermanos Rico. Entre otros fueron los artífices de esta gran temporada en Regional Preferente .

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