Dos mujeres de 41 y 66 años, de nacionalidad española y vecinas de Ermua (Bizkaia) y Logroño, han sido sorprendidas al intentar introducir varios tipos de sustancias estupefacientes en el Centro Penitenciario de Logroño, al que acudían para mantener una visita «vis a vis» con sus familiares presos.
Según explica la Guardia Civil, la droga que intentaban pasar estaba oculta en zapatos y zonas íntimas.
Lo primero que hizo sospechar a los agentes fue el fuerte olor a amoniaco que desprendía una de ellas, presuntamente con la intención de despistar a los perros detectores de droga y producirles irritación en las vías respiratorias.
Ocultaban diferentes drogas en el interior de las punteras de sus zapatos, en su zona íntima y bajo sus pechos. En total llevaba seis envoltorios con 50 pastillas de Trankimazín, 13 gramos de hachís y 7´24 gramos de speed.
La segunda mujer fue marcada por la perra detectora de drogas «Dora». Durante su cacheo se descubrió que ocultaba en el interior de su zona íntima dos paquetes con 97 gramos de hachís.
Según ha informado EFE, la Guardia Civil ha asegurado este viernes, en una nota, que ambas mujeres, de nacionalidad española, fueron informadas antes de pasar los controles de que “la introducción de cualquier tipo de sustancia tóxica o estupefaciente en un centro penitenciario se califica como delito”.
Responsables del Centro Penitenciario de Logroño se han hecho cargo de las actuaciones, y las detenidas serán puestas a disposición de la Autoridad Judicial cuando estas finalicen.
